dinsdag 10 november 2009

EquinoXio: Raúl Reyes no descansa en paz, Por Daniel Ramos

Entrevista con Robert Lemm, hispanista neerlandés que acaba de publicar Operación Fénix: la autobiografía de Raúl Reyes, una deliberada autojustificación de las Farc y de Reyes, pero también una involuntaria autoacusación según nos dice el autor. Lemm afirma que Raúl Reyes no está muerto sino que vive en Francia gracias a un acuerdo ultrasecreto con Álvaro Uribe y Nicolás Sarkozy mediante el cual negoció su salida del país (Operación Fénix) a cambio de la entrega de los secuestrados políticos más mediáticos (Operación Jaque). El libro cierra con unas cartas del diario de Reyes desde Francia –inéditas en español aún y de las cuáles equinoXio publicará próximamente la última de ellas– cuya destinataria es Ingrid Betancourt. ¿Por qué traicionó Reyes a las Farc con la Operación Fénix? ¿Quién traicionó a Reyes revelando su existencia?
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La autobiografía de Raúl Reyes escrita por Robert Lemm consta de tres partes: en la primera, Raúl Reyes narra en primera persona la historia de su vida y de Colombia hasta el día de la Operación Fénix, cuál fue el origen de la guerrilla y cómo se vinculó él a ella hasta el punto de decir: “La historia de las Farc es la historia de mi vida”. En la segunda parte, Lemm describe las operaciones Fénix y Jaque para mostrar cómo están ligados los destinos finales de Reyes e Ingrid Betancourt. La tercera parte contiene nueve cartas (una de ellas es el epílogo del libro) que le escribe Reyes a Betancourt reflexionando sobre su gesta guerrillera, las acciones de Ingrid después de liberada y su ingratitud por no reconocer que le debe su libertad.
Origen de la autobiografía

En el verano de 2008, pocos meses después de la liberación de Ingrid, en una fiesta de colombianos en Ámsterdam alguien le dice a Lemm que Raúl Reyes vive todavía. Un mes después, un amigo de él, el señor X, le envía 25 páginas mecanografiadas del diario de Raúl Reyes que se encontraron en una memoria USB en el campamento de Reyes en Angostura. A partir de estas Lemm se lanza a reconstruir la autobiografía de Reyes.

¿Estos documentos son de Reyes, de un escritor fantasma o copias de los diarios del detenido Vizuete, el otro autobiógrafo de Reyes?Creo que son de Reyes o de alguien, quizás su secretario, que está diciendo cosas que podría haberlas dicho él. Después de leer otros documentos y libros lo he podido comprobar y he sacado la conclusión de que son de él.

Hablemos de la figura del autobiógrafo.
Lo curioso es que hay otro autobiógrafo, el señor Vizuete, que escribe todo en primera persona, a pesar de que es Raúl Reyes él que le habla. Vizuete como entrevistador, o como tercera persona, no está en los dos cuadernos que he leído, y me pasa lo mismo a mí.

El material que recibió fue más bien escaso, 25 páginas no son ni el cinco por ciento de todo el libro: ¿por qué escogió la forma de la autobiografía en lugar de la biografía?
Entre los fragmentos en primera persona que recibí he intercalado otros fragmentos que forman una historia completa, son como piedras que en su conjunto conforman una casa. Yo he utilizado cemento para unirlas, mi tarea es presentar una historia completa porque el material por sí solo no hace esa unidad.

¿De dónde toma las otras piedras?
De libros que leí sobre historia de las Farc.

¿Qué va del autobiógrafo al biografiado?

En la autobiografía habla usted por Raúl Reyes, la escribe a nombre de él, ¿qué pensaría él sobre este libro?
Efectivamente, la escribo a nombre de él y he tratado de ser fiel al pensamiento de Reyes. Lo curioso es que cuando estoy leyendo los cuadernos de Vizuete, concluyo que en las cosas esenciales sí concuerdan entre sí. Presento entonces la visión del mismo Reyes, conmigo no tiene nada qué ver.

Tomemos el caso del fin de los diálogos en el gobierno de Pastrana. En su libro La paz en Colombia, Fidel Castro cuenta que su representante José Arbesú tuvo un encuentro de dos días con Marulanda y que la única otra persona que estuvo presente fue Raúl Reyes. En este encuentro Tirofijo le expone el plan estratégico y militar de las Farc, según el cual los diálogos de San Vicente del Caguán no son más que un período para rearmarse, prepararse contra la invasión gringa y tomar el poder. Tirofijo le pide a Arbesú que si habla con Pastrana le cuente sobre todo lo que han hablado menos sobre ese plan. Es decir, antes de sentarse a negociar, ya tenían claro que ese proceso del Caguán no tenía futuro. En la autobiografía, sin embargo, cuando fracasan los diálogos y el Gobierno retoma el Caguán, Reyes dice que él pecó por confiado y que se siente traicionado por Pastrana, cuando el mismo Castro dice que Reyes y todas las Farc sabían de la farsa (¿farcsa?) que iban a hacer con los diálogos a Pastrana y al país. Esta reflexión en la autobiografía no coincide con la realidad: ¿Qué tanto va del autobiógrafo al biografiado?
En efecto, no coincide con la realidad pero dice mucho sobre su autojustificación: si él admitiera que su plan no es realmente que haya paz, aunque para él la paz es que las Farc tomen el poder, él no lo va a decir así porque entonces se expondría a la crítica de sus opositores. Ahí el no dice lo que realmente piensa. Esto también se nota en los cuadernos de Vizuete, donde él dice que Rafael Correa, presidente de Ecuador, lo está traicionando pero esto nunca lo va a decir en público. En público dice todo lo contrario: “Rafael Correa es mi gran amigo, lo hemos apoyado con dinero en su campaña electoral”. Él no puede decir en su propia justificación ante la historia que está engañando a Pastrana porque en realidad lo único que le interesa es el poder, entonces la culpa del fracaso la tiene Pastrana y no él.

En los portátiles de Reyes los miembros del Secretariado hablan abiertamente sobre la verdadera intención tras los diálogos del Caguán. ¿Esta no es una decisión expresa del autobiógrafo de escoger la versión “oficial” y no la real?
Yo opto por lo ideal. Y lo ideal es que él quiere justificarse. En este sentido, él dice las cosas que le convienen y las que no, no las acentúa, si bien en los textos que recibí y en el mismo que escribí él dice varias veces que su interés es la toma del poder. Lo importante para él al pensar en los diálogos es que la culpa del fracaso es del gobierno y no de las Farc.

Según este libro, Reyes dice que la traición de Pastrana se debió a que él nunca cortó el lazo con los paramilitares. Sin embargo, tanto en el libro de Castro como en los portátiles de Reyes, las Farc le critica a Pastrana que dado que él no tiene control sobre los paramilitares no está en condición de llegar a acuerdo alguno. Las Farc no habla de lazos sino de la presión que él tiene que resistir por parte de los paramilitares para que se terminen los diálogos. Hay una gran diferencia entonces entre llamarlo aliado de los paramilitares, como sucede en esta autobiografía, y el análisis que las mismas Farc hacen sobre él.
Es verdad que hay una gran diferencia entre ser aliado de los paramilitares y recibir la presión de ellos, pero para las Farc esto no importa, lo importante es terminar con el paramilitarismo, y mientras este exista, ellos inculparán al gobierno, con justicia o no, de que no tiene la voluntad de acabar con el paramilitarismo.

Las reflexiones que hace Reyes en esta autobiografía sobre estos procesos parecerían mostrarlo como una persona ingenua, que siempre fue transparente y es una víctima más del engaño del gobierno. Y esta visión diverge bastante de la que expresa en los portátiles, los medios y el diálogo con Castro. ¿Qué tanto hay de la visión del autobiógrafo entonces?
Yo como autobiógrafo solamente puse el cemento y la unidad de los fragmentos. El contenido es de él, no mío. He entrelazado ciertas partes que son históricas, las he puesto en su boca y lo hice para que los lectores holandeses puedan comprender el libro mejor porque casi no conocen la historia de Colombia. No creo que Reyes sea ingenuo, pero él pretende ser ingenuo, él es el engañado, él no ha engañado a los otros. Esto no lo va a admitir porque sería reconocer que él es culpable. Él quiere que los otros lo sean, no él.
Operación Próstata
Según la autobiografía, las Operaciones Fénix y Jaque no son más que entramados para lograr que Raúl Reyes se vaya a Francia a empezar una nueva vida, con nueva identidad e iniciar un tratamiento para la próstata (Operación Fénix), a cambio de la liberación de Ingrid y los estadounidenses (Operación Jaque). Esta versión alterna podría llamarse Operación Próstata. Lemm afirma también que esta Operación es el resultado de una negociación ultrasecreta entre Francia, Álvaro Uribe y Raúl Reyes. La Operación Próstata viene a ser la cuarta versión sobre la Operación Jaque.

La primera parte del libro llega hasta la noche en que van a matar a Reyes y hasta ese momento él no ha dicho nada sobre el plan ultrasecreto de la Operación Próstata.
Esa noche él está muy nervioso, él sabe que algo grave va a pasar pero claro, no revela todavía qué es. Él sabe que va a ser sacrificado aunque sea en apariencia, él sabe lo que le espera.

En varios apartes del libro, Reyes afirma que él no cree en absoluto en Álvaro Uribe. ¿Cómo se explica que acepte entregarse en la Operación Fénix a Uribe para renacer en Francia con la nueva identidad? ¿Por qué le confía su vida a Uribe?
Porque Uribe está muy interesado en liberar a Ingrid y a los gringos, está dispuesto a todo, incluso a traicionarse. Lo que le importa es lograr su libertad, el camino es lo de menos. Él tiene que tener el triunfo de ser el liberador de ellos, el método no importa.

¿Existe la posibilidad de que Uribe haya engañado a Reyes y que en efecto lo hayan matado en la Operación Fénix?
Lo que más le duele a Reyes hoy en día son los 25 muertos colaterales de la Operación Fénix.

¿Ellos sí murieron en la pantomima de la Operación Fénix?
Se dice que hubo 25 muertos, al principio eran 16. Pero en el campamento había al menos 100 personas, ¿qué ha pasado con las personas que no fueron asesinadas oficialmente? ¿Se quedaron en el Ecuador? La secretaria de Reyes vive hoy en día en Nicaragua, ¿dónde están los demás?

¿El cuerpo de Reyes que vimos es el de él?
Sí, es el de él. En ese momento él está inconsciente, drogado. Solamente lo han fotografiado muy breve, de hecho esas imágenes no prueban nada.

¿En qué momento se le maquilló?
Hay diferencias de opinión sobre dónde murió. Algunos dicen que fue en Angostura, otros dicen que fue en Puerto Asís. Yo creo que fue en Putumayo donde lo maquillaron y desde ahí lo llevaron a Catam, lo mostraron muy brevemente a la prensa y después desapareció.

¿Fue herido? ¿Recibió algún balazo?
Ahí hay mucho maquillaje, quizás alguna bala pasó por su lado, pero lo han maquillado de tal modo que uno diría que sí murió, que fue destrozado, pero todo esto fue hecho para hacerle creer a la gente que está muerto. Y después desaparece en un avión rumbo a París. ¿Cómo se explica que después de un año no se sabe aún dónde está el cuerpo de Reyes? Nadie sabe dónde está pero en alguna parte debe estar. ¿Por qué la Operación Fénix se llama así entonces?

Apartes de la necropsia de Medicina Legal publicados por la revista Semana establecen que el cuerpo presenta amputación traumática del pie izquierdo; lesiones múltiples en el tórax por explosión; lesiones por proyectil de arma de fuego en la cara (un balazo en la nariz, otro en el mentón); fractura en la columna vertebral; y lesiones por explosivo en la aorta, el hígado, el riñón izquierdo y los intestinos. En conclusión, causa de la muerte: "lesiones por elemento explosivo convencional y no artesanal". ¿Mienten los médicos?
Claro, estos médicos están mintiendo. La autopsia que se publica en El Tiempo forma parte de la mentira para engañar a la gente.
El traidor traicionado
Según la Operación Próstata, Raúl Reyes le dio al gobierno los portátiles con la información de la red nacional e internacional de las Farc (todos los secretos, como dijo Marulanda Vélez), le entregó a los secuestrados más importantes cerrando el canal de negociación Saez-Córdoba-Chávez, puso en evidencia la ayuda del gobierno de Correa, dejó que mataran a 25 de sus acompañantes en el campamento de Angostura y le confió su vida a su peor enemigo, Álvaro Uribe. ¿Por qué traiciona Raúl Reyes a las Farc de esta manera?
Sus motivos se encuentran en las cartas al final del libro: él ya no cree en el secuestro como método que justifica el fin. Él lo lamenta en el fondo y quiere terminar con ese método, no tanto por motivos morales sino porque ve que debido al secuestro han perdido gran parte del apoyo en todo el mundo. Él no puede convencer al Secretariado de que dejen de secuestrar, entonces opta por la negociación con Uribe. Además, Reyes estaba en un callejón sin salida: o tenía que morir una muerte inútil o escapar y convertirse en observador y reunirse con sus hijos.

¿Quién traiciona a Raúl Reyes? ¿Quién revela la Operación Próstata y que Raúl Reyes vive aún en Francia?
Mi informante, el señor X, aunque él mismo no se ve como traidor. Además, ¿quién va a creer que Raúl Reyes aún está vivo? Nadie, salvo las personas que me lo han dicho y yo mismo. Mientras que no se dé crédito a esto desde algún canal oficial, está todo en paz. Todo cambiaría si algún grupo interesado empieza a dar crédito a esa versión.

¿A quién le interesa mostrar que está vivo? ¿Por qué su autobiógrafo revela que él vive aún?
Yo creo que es una novedad política, que es una noticia interesante para que la gente se entere. En las cartas que él envía está dando una evaluación de lo que fue las Farc. Él de manera póstuma ya está viendo lo que todos estamos viendo, que las Farc no tienen ningún sentido, que han perdido su ideal original, que se han convertido en narcotraficantes, extorsionistas, secuestradores de niños, “nos hemos convertido en todo esto y yo ya no lo puedo justificar ante mí mismo. Yo creía en los ideales de la reforma agraria, en todo eso, pero hemos degenerado en algo que yo ya no puedo defender” dice. Me parece interesante que la gente sepa esto, que Raúl Reyes ha dejado de creer no en los ideales de las Farc sino en sus métodos. Para las Farc mismas puede ser doloroso también enterarse que su antiguo líder ya no cree más en sus prácticas, aunque sí en sus ideales.
El misterio del epílogo
La última carta que aparece publicada en la tercera parte del libro es el epílogo escrito por Raúl Reyes. ¿Cuándo la escribió?
El epílogo es de Raúl Reyes, no mío.

Exactamente, ¿cuándo se lo envió? Hay una diferencia significativa entre recibir un paquete con cartas y recibir el epílogo del libro que el autobiógrafo está escribiendo de parte de su autobiografiado.
Cuando yo recibí las cartas puse en un momento determinado la palabra epílogo, él no usa la palabra epílogo.

Esa última carta es un epílogo y está escrita en el mismo tono que la autobiografía y las demás cartas.
Sí, es un epílogo. Me llegó desde Ecuador.

¿Es decir que antes de empezar a escribir la autobiografía le llegó el epílogo incluido?
(Silencio) Sé que la palabra epílogo no estaba allí.

Sí, pero es un epílogo, es una carta de cierre del libro que no lleva la continuidad de las anteriores. ¿Acaso Raúl Reyes sabía que usted estaba escribiendo su autobiografía y decide enviarle el epílogo?
(Silencio)

¿Ha vuelto a recibir más cartas después del epílogo?
No, la correspondencia me llegó hasta allí.

¿Estas cartas fueron enviadas con el material original del señor X?
No, fueron una segunda entrega, mucho después del material para la autobiografía, los recibí mucho más tarde.

¿Cuántas entregas hubo en total?
Dos. Todos los datos que usé para reconstruir la autobiografía y mucho después las cartas entre las que está el epílogo.

Según las cartas, Raúl Reyes sigue constantemente la realidad colombiana. ¿Por qué decide detenerse ahí? ¿Quiere vivir ahora sí en el anonimato? ¿Cuál es su plan?
Su plan es que ahora pasa al anonimato, ya ha dejado de contar lo que pasó con su “muerte” y ya está viviendo otra vida. Está con sus hijos, tiene otro nombre y un aspecto diferente, nadie lo puede reconocer y como él mismo dice: “a mí nadie me busca”.

¿Usted recibió cartas o fragmentos, como en la primera entrega?
Cartas de verdad.

¿Por qué no se nota una diferencia en el estilo entre la autobiografía y las cartas?
Tienen el mismo estilo, es verdad.

¿Cuánto tiempo pasó entre la primera y la segunda entrega?
Meses. Yo primero recibí los fragmentos y empecé a trabajar en la autobiografía. Ya al final recibí las cartas.

¿Es decir que no utilizó el estilo de las cartas para inspirarse en el estilo de la primera parte?
Mi trabajo como escritor ha sido procurar que haya una unidad de estilo, si no, la gente no lo va a leer. Eso mismo lo noto en los cuadernos de Vizuete: si él sale de la cárcel y publica el diario, él también tiene que unificar el estilo, no puede publicar los cuadernos tal cual. El material necesita aliño.

El estilo que le conocemos a Reyes en los textos de sus portátiles no tiene ningún aliño.
Claro, eso se imprime tal cual, pero para un público no informado no puede publicarse así. A mí lo que me interesó fue buscar lo ejemplar. Para mí que no soy colombiano y vivo muy lejos de esta realidad lo que me interesa es lo ejemplar, que no es ficción sino que es algo que ha pasado en otras épocas, en otras latitudes, algo arquetípico. Me interesa ver cómo se cruzan los caminos de Reyes y Betancourt. También me interesa cuando matan a Reyes y la reacción de la gente, como lo desprecian y denigran. Recuerdo palabras muy fuertes, como que era un perro genocida. Pero luego alguien dice que “puede que sea un monstruo, pero también un monstruo tiene algo de humano, ¿por qué no darle sepultura?” ¿Por qué negarle el sepulcro? Esto me recuerda el caso de Camilo Torres en Colombia, donde nadie sabe dónde está. Pienso también en la relación con la Antígona de Sófocles.

Si la autobiografía tiene el mismo estilo de las cartas y no conocía las cartas de antemano, ¿significa que cambió el estilo de las cartas para que todo quedara uniforme?
No las alteré, las estilé para que suenen bien.

Es decir que como autobiógrafo cambió el estilo del biografiado.
Sí, el estilo fue mi trabajo, estilarlo y hacer una buena historia, una unidad.

De acuerdo, pero alterar el texto escrito por el autobiografiado…

Bueno, con las cartas tuve la fuerte impresión de que fueron elaboradas por un escritor fantasma que estaba muy cerca de él. Yo dudaba mucho más del otro material, ¿hasta qué punto es auténtico todo esto?
¿Dónde está el cadáver de Reyes? El 31 de marzo de 2009 los familiares de Raúl Reyes le enviaron una carta a Piedad Cordoba en la que le dicen que nunca recibieron el cuerpo de Reyes.
La Policía Nacional emite un comunicado en el que afirma que la familia renunció al cadáver y que se reserva el lugar final de la inhumación.
En una entrevista con La Nación de Neiva, el sobrino de Raúl Reyes dice que la carta en que María Hilda Collazos renuncia al cadáver es un montaje de la Policía y que la familia no quiere que el cadáver esté en manos oficiales.
A pesar de que el fiscal Iguarán se declaró satisfecho con las explicaciones sobre el paradero del cadáver por parte de la Policía, anunció que abriría una investigación exhaustiva cuyos resultados aún se desconocen.
El paradero del cadáver de Raúl Reyes sigue siendo un misterio.
La sombra de Borges
Para ser sinceros también tengo muchas dudas sobre la autenticidad de todo ese material. De hecho, me parece un homenaje al cuento de Borges El tema del traidor y del héroe (la Operación Próstata es una variación brillante de este tema), Borges aparece mencionado tres veces en el libro, es un libro en el que se difuminan los géneros, tenemos la figura del autobiógrafo que además publica su trabajo en neerlandés, el autobiógrafo que recibe las cartas de su biografiado, las estila a su manera en aras de la unidad y además nos revela que su biografiado que se cree exterminado vive aún. La historia es propia del realismo mágico. ¿Podríamos imaginar que el autobiógrafo se compenetra tanto con el autobiografiado al punto de que llega a adoptar su voz, empieza a mirar la realidad a través de sus ojos y afirma que él no cree la imagen de monstruo que los medios crearon de Reyes? Desde esta perspectiva, el libro sería creíble, sería la confrontación del pensamiento de Reyes con la realidad colombiana vista a través de los ojos del autobiógrafo.
Estaría más en la línea del cuento de Borges Deutsches Requiem sobre un nazi que está haciendo una confesión antes de su ejecución. También es un hombre que ha hecho cosas tremendas, un genocida. Borges no hace ningún juicio, lo muestra como es, sin excusas, admirador de la música de Brahms y la filosofía de Schopenhauer, de la literatura de Shakespeare, cuenta cómo tuvo que sacrificar su conciencia para matar a David Jerusalem. Al final él se siente muy orgulloso porque ha llegado a ser un nazi de verdad, no tiene miedo de morir, se siente como un hombre nuevo y piensa que qué importa que los aliados sean el martillo y yo el yunque porque ellos van a propagar nuestras ideas del hombre sin conciencia. Borges presenta esta historia sin ningún comentario para confrontar directamente al lector con un supernazi. Yo tampoco quise hacer ningún juicio sobre Raúl Reyes, simplemente quise dejarlo hablar como lo hace, como él justifica las cosas, sin comentarios ni nada, para que el lector decida por su propia cuenta qué debe pensar. Reyes personifica talvez al último creyente en la Nueva Colombia, un país sin explotadores ni explotados. Representa el rostro traicionado de la nación. Y efectivamente he escuchado a algunos lectores que lo han leído de esa manera. En este sentido el libro podría considerarse como faction, en la misma línea de Noticia de un secuestro de García Márquez, no como una fantasía.

Las cartas del final son fantasía.

Bueno, en las cartas Raúl Reyes quiere saber qué pasa después de su muerte. Él quiere saber qué es lo que pasa y por eso le dirige las cartas a Ingrid Betancourt, porque ambos están vinculados. Ingrid no quiere admitir que le debe su liberación a Raúl Reyes y él dice: “Gracias a mí tu vives ahora en París, vives en un castillo en el centro, mientras que yo tengo que conformarme con vivir en Saint Denis, en un barrio feo y siguiendo un curso de integración para aprender francés. Tú te has olvidado que me debes tu liberación a mí, no a Uribe, no al ejército, si no a mí, porque sin mí no estarías libre”. Ingrid por supuesto no quiere saber nada más de él, para ella él es un enano feo y gordo, un enano al que ella no le habría dado ninguna atención en la calle, sería como una mosca que ella ignoraría. Todo esto en un tono irónico que he utilizado para darles a las cartas cierto ambiente, cierta atmósfera. Pero estas cartas probablemente proceden de alguien que lo conoce y a partir de este conocimiento las escribe en su nombre.

Y además le envía el epílogo a su libro.
Y además me da un epílogo para mi libro.

¿Qué se necesitaría para convencerlo de que Raúl Reyes está muerto?
Tendrían que entregar el cuerpo a su familia para darle sepultura. Mientras tanto seré Antígona reclamando que hay un derecho natural que está por encima del interés político.


Robert Lemm. Operatie Phoenix: de autobiografie van Raúl Reyes, de man die Íngrid Betancourt gijzelde. Amsterdam: Uitgeverij Aspekt, 2009. 314 pp.

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